lunes, 6 de febrero de 2012

COMENTARIO VILLA CAPRA.

La lámina propuesta para comentario presenta un tema arquitectónico, en concreto, se trata de la Villa Capra; mansión construída en piedra, ladrillo, estucado y mármol, situada sobre un pequeño montículo en medio del campo en la ciudad de Vicenza (Italia).
El edificio presenta una planta de cruz griega enmarcada por una forma cuadrangular, extremadamente simétrica, en cuyos brazos se sitúan cuatro entradas totalemente iguales. Éstas están formadas por una escalinata seguida por seis columnas de orden jónico que sustentan un entablamento donde aparece el nombre del propietario (en este caso es el poderoso clérigo Marius Capra Gabrielis) y un frontón triangular en cuyos vértices aparecen tres estatuas. Lo más característico  de esta mansión es, sin embargo, la cúpula que cubre la sala circular central. Esta cúpula está rematada por un óculo y decorada en su totalidad con frescos realizados por diferentes pintores italianos del momento.
La Villa Capra pertenece al estilo renacentista, basado en una vuelta a las proporciones y gustos greco-latinos. Esta mansión está dentro de las villas, una tipología arquitectónica propia del siglo XVI herencia de las casas de campo de origen romano.
Debemos decir que Villa Capra es una obra del arquitecto Andrea Palladio, primer profesional dedicado en exclusiva a la arquitectura. Fue un erudito de la arqueología y estaba fascinado por la antigüedad clásica, la simetría, las reglas y las rpoporciones. Sus edificios presentan ciertos rasgos manieristas por lo que fue considerado impuro por los teóricos del Renacimiento y por los arquitectos del neoclasicismo.
Desde una perspectiva ideológica, el Renacimiento supone una recuperación de la Antigüedad y la desaparición de lo medieval por la influencia romana. En este sentido influyó el Humanismo, una corriente ideológica, filosófica y cultural cuya principal característica fue la valoración del arte clásico de la antigua Grecia y Roma. Además, se dio una nueva concepción del mundo: el antropocentrismo, donde el hombre es el centro y la medida de todas las cosas.
Desde la perspectiva social, puede afirmarse que se pasó del artista artesano a la figura del artista creador y responsable absoluto de su obra. Muy importante fue la figura del mecenas, que además de fomentar el arte se sirvió de él para sus propios fines.
A lo largo del siglo XVI, aparecerá el Manierismo que producirá la ruptura de los cánones formales y buscará nuevos modos de expresión formal y conceptual.


En cuanto a modelos e influencias de esta obra en particular, podemos de cir que está inspirada en la aurquitectura greco-latina, en especial en dos edificios trascendentales: el Partenón (su influencia se ve en los pórticos con las columnas jónicas y el frontón triangular) y el Panteón (siendo la cúpula de Villa Capra una imitación de este templo). El referente más importante o en el que mejor se observa su influencia, es la Chiswick House de Lord Burlinston, ejemplo del neopalladismo inglés.

martes, 31 de enero de 2012

COMENTARIO: "San Francisco dando su manto a un pobre" de Giotto.

La lámina propuesta para comentario es un fresco, es decir, una pintura mural; la cual pertenece al arte figurativo ya que representa objetos y figuras reconocibles. El fresco trata un tema religioso y como composición predominante encontramos un aspa cuyos brazos son las pequeñas montañas y el punto de corte o punto de fuga de la obra es la cabeza del personaje central.
En cuanto a la perspectiva del fresco, debemos decir que el autor la consigue superponiendo dos planos: en el primero aparecen dos personajes y un burro; y en el segundo, dos montículos en los que se pueden apreciar un pequeño poblado a la izquierda y una especie de ermita en la derecha con un cielo azul al fondo.
Con respecto a los colores podemos decir que se tratan de colores difuminados y fríos. Además se aprecian elementos arcaizantes dentro de la obra como es el caso de los pies del personaje central.
El autor representa la escena de forma realista, pudiendo ser un gesto cotidiano, aunque contrasta con la aureola que presenta uno de los personajes, presentándolo como el protagonista de la obra.
Observando estos elementos, se puede decir que es "San Francisco dando su manto a un pobre" incluída en los Frescos de la vida de San Francisco en la Basílica de Asís. Fue pintada por Giotto, pintor gótico flamenco, entre 1297 y 1299.
Giotto, verdadero iniciador de la pintura moderna, se inspira en el natural, con lo que rompe con la estilización bizantina y exalta en todo momento la majestuosa solemnidad y primacía de la figura humana, al mismo tiempo que da un evidente carácter intelectual a la creación pictórica.
Analizando las características propias del fresco podemos decir que pertenece al estilo gótico: es una pintura realista; situada en un escenario natural; con la perspectiva tradicional; y, a pesar de ser un  tema también propio del románico, se presenta con elementos y de forma muy distinta incluyendo vegetación y un animal (propio del pensamiento franciscano), así como, aumentando el tamaño del protagonista de la obra (San Francisco).
En cuanto al contexto gótico, se debe decir que este estilo se desarrolla entre los siglos XII y XIV en un período de recuperación económica y de quiebra de la estructura feudal. Es un arte ligado al renacer urbano y a la nueva sensibilidad burguesa. Económicamente, aumenta la producción agrícola y renacen las ciudades y el comercio. Con respecto a la sociedad, surge la burguesía como nueva clase social que vive en las ciudades, es independiente del señor feudal y es individualista. Este individualismo fomentará el desarrollo del gótico ya que, a través de éste, querían dejar hechos de su legado. En política, se recuperará el poder de la monarquía frente a la nobleza y, en cultura, se dará la secularización del saber (situado en monasterios y universidades) y la reforma de las órdenes religiosas que supondrá la creación de las órdenes mendicantes.
Centrándonos en la pintura gótica, debemos decir que se trata de una pintura narrativa que pretende representar una sucesión de hechos en el tiempo. La clientela habitual de la Baja Edad Media son particulares (sobre todo burgueses), que defendieron su gusto y preferencias estéticas propias. Además aparece el retrato vinculado al interés por individualizar los personajes.
Este arte gótico se desarrrollará al máximo durante los siglos XIII y XIV, acabándose con la llegada de un nuevo estilo basado en la vuelta a las proporciones estéticas latinas y griegas: el Renacimiento.