viernes, 2 de diciembre de 2011

COMENTARIO: LA ALHAMBRA DE GRANADA.

La lámina propuesta para comentario presenta un tema arquitectónico; un palacio-fortaleza construído sobre una colina y rodeado por un muro a lo largo de todo su perímetro.
Se trata, sin duda de la Alhambra de Granada, perteneciente al arte nazarí, construída con materiales pobres sobre todo con mampostería y ladrillo; y con entramado de madera. La Alhambra es un conjunto palacial constituido por dos construcciones diferentes: por un lado, el Palacio del Generalife (siglo XIII) y por otro, la Alhambra en sí.
La alcazaba es la zona portificada hecha en el siglo XIII, aunque las obras del palacio comenzaron con el reinado de Mohamed I; este muro es muy grueso, forma quiebros y se adapta al relieve del monte sobre el que se sitúa. La planta es trapezoidal irregular con su vértice angulado desde lo alto de la ciudad y destaca en ella la Torre del Homenaje.
Entre los muchos edificios que forman la Alhambra, está la casa real o el llamado Palacio de Comartes que se levanta durante el reinado de Mohamed V y en el que se distinguen: el mexuar que es la sala de audiencias y de justicia donde el monarca recibe y atiende los asuntos de gobierno. Desde el mexuar se pasa al Patio de Comares que es la zona llamada diwan o palacio oficial al que corresponde el Patio de los Arrayanes y la Torre de Comares. En los lados menores se abren pórticos con siete arcos, el central más alto y ancho, que pueden ser angrelados o de mocárabes.
En el interior de la Torre de Comares está el salón de los Embajadores que servía para la celebración de actos solemnes. En esta estancia destaca la decoración con azulejos y de yeso con lacería, ataurique y epigráfica.



Otra estancia representativa dentro de la Alhambra es el Patio de los Leones que corresponde al Harem o zona privada. Este patio tiene pórticos en los cuatro lados y domina la decoración de mocárabes. En torno a esta zona, están la Sala de los Reyes y la de los mocárabes; y las salas de las Dos Hermanas y la de los Abencerrajes; cubiertas con cúpulas de mocárabes y con surtidores que permiten que el agua discurra por el suelo. Desde la Sala de las Dos Hermanas se accede al Mirador de Lindaraja.
Además de estas estancias, la Alhambra consta del llamado Partal, el palacio más antiguo que era utilizado como palacio de recreo; y de un Baño Real al este del Palacio de Comares.
La Alhambra se basa en una arquitectura adintelada en la que los arcos solo son decorativos y están basados en la superposición de pilares sobre columnillas. Los arcos más utilizados son el arco de medio punto peraltado y se crea un tipo de columnillas típicas del arte nazarí al que pertenece la Alhambra con basa ática, fuste muy fino, muchos collarinos y un capitel de cuerpo cinlíndrico con un cuerpo cúbico encima y un pequeño cimacio.
La arquitectura de la Alhambra se ordena en torno a dos patios: no existe un centro arquitectónico delimitado. Para el visitante, el recorrido es una sorpresa continua ya que aparecen habitaciones grandes, pequeñas, oratorios, etc. Existe una gran fragmentación de espacios y una concepción laberíntica del mismo.

jueves, 1 de diciembre de 2011

COMENTARIO: La Mezquita de Córdoba

La lámina propuesta para comentario presenta un tema arquitectónico; una sala cubierta dividida por varias filas de arcos superpuestos; arcos de medio punto sobre arcos de herradura, éstos están sustentados por columnas mientras que los de medio punto están soportados por pilares con la intención de aumentar la altura para ganar luminosidad y en la transición de columna a pilar se utilizan modillones de rollo. El techo que cubre la sala es plano y de madera; y los muros tienen contrafuertes. Respecto a la decoración, la más llamativa es la de la bicromía de las dovelas en los arcos que alternan la caliza y el ladrillo, combinando los tonos rojizos con los blancos.
Esta lámina presenta claramente la Mezquita de Córdoba, obra comenzada en el 785 y terminada tras varias ampliaciones en el 990. Se trata de una mezquita hipóstila, de forma rectangular y el haram está formado por hileras de columnas que forman distintas naves. Este edificio se incluye dentro del arte califal de tipología religiosa, en concreto islámica en España.
No se conoce al autor pero fue mandada construir por Abderramán I en el 785 después de que la ciudad fuera elegida capital del califato. Pero al crecer el número de creyentes, entre el 833 y el 848 se realiza la primera ampliación por Abderramán II que tiró el muro de quibla y el mihrab; y extendió las once naves en longitud. Más tarde, Abderramán III amplia el patio y su portificación.
Entre el 961 y el 969, Al-Hakam lleva a cabo la ampliación más importante: prolonga las naves y levanta un nuevo muro de quibla donde introduce capillas lucenario que resaltan el eje central e ilumin an el haram. Todas las capillas son bóvedas de nervios, llamadas califales caracterizadas por levantarse sobre trompas, los nervios no se cruzan en el centro sino en los laterales formando octógonos y los centros son bóvedas gallonadas. También introduce los arcos polilobulados y el entrecruzamiento de arcos en la maqsura.
La última ampliación, la hace Almanzor que hace más amplia la mezquita en un lateral; pero no aporta novedades a la obra.
Las mezquitas son el edificio fundamental del mundo islámico. Tiene función religiosa pero, a diferencia del templo cristiano, en ella no se celebran rituales: únicamente sirven para albergar a una comunidad de creyentes que va a rezar. Por esto, no existen en ellas altar ni se dota de una clara focalidad: la única dirección válida es que el rezo debe dirigirse a La Meca. Tampoco es la casa de Alá y es un edificio de proporciones humanas no divinas.

Las mezquitas islámicas tienen la peculiaridad de que reciben influencias de distintas culturas como la paleocristiana o la egipcia ya que por la Península Arábiga (lugar donde surge el islam) pasaban las rutas mercantiles más importantes de la antigüedad y al ser controladas por los musulmanes, favorecen a la expansión de la religión y la asimilación de distintas culturas.

viernes, 25 de noviembre de 2011

COMENTARIO: PÓRTICO DE LA GLORIA


La lámina propuesta para comentario presenta un tema escultórico-arquitectónico, realizado en piedra (granito y mármol); se trata de un pórtico situado en la Catedral de Santiago de Compostela, es el Pórtico de la Gloria.
El pórtico está formado por tres arcos, dos laterales pequeños y uno central más grande, dividido por un parteluz y único poseedor de tímpano. El arco del lateral izquierdo está decorado con una representación de Cristo con Adán y Eva, Noé, Moisés, Abraham y algunos profetas del Antiguo Testamento; mientras que el arco lateral derecho se caracteriza por la representación del Juicio Final, tema por antonomasia románico, donde aparece Cristo y el arcángel San Miguel para indicarnos que a su derecha se encuentran los elegidos y a su izquierda se sitúan los condenados al infierno.
El arco central posee un parteluz decorado con la estatua adosada del apóstol Santiago que divide la abertura en dos. El tímpano que posee presenta la figura de Cristo rodeado por el Tetramorfo a su vez acompañado de ángeles con los símbolos de la Pasión de Jesús y una representación de los elegidos para compartir el Paraíso. En las arquivoltas se pueden observar las esculturas de los 24 ancianos del Apocalipsis.
Un rasgo común en los tres arcos es la división horizontal de las columnas: la parte inferior decorada con animales fantásticos; en la zona central, columnas con las estatuas apostólicas adosadas; y la parte superior donde se sitúan los tres arcos en sí. Sin embargo, el parteluz se caracteriza por tener el árbol genealógico de Jesús en la base; encima la figura del apóstol Santiago y en su cara posterior se encuentra la efigie del Maestro Mateo, su autor.
La temática principal del Pórtico de la Gloria es la Parusía o segunda venida de Jesucristo a la tierra para juzgar  a los hombres, basado en el Apocalipsis y en los libros de los profetas Isaías, Daniel, Ezequiel y Esdras.
El autor de la obra a comentar, es el Maestro Mateo, arquitecto y escultor formado en Ávila y conocedor de las técnicas constructivas francesas. Además del Pórtico de la Gloria, es autor de la cripta y del Triforio del piso superior. Fue la personalidad que marcó el final del Románico en escultura iniciando la transición al gótico.
La escultura que observamos en el pórtico se caracteriza por su riqueza en movimientos y ropajes; aunque se va olvidando un poco la función arquitectónica, las esculturas se adaptan al marco arquitectónico. Una característica importante es el “horror vacui” (todos los espacios están ocupados) e igual de importante es la jerarquización de las esculturas, donde Dios es la figura de mayores proporciones debido a que es la más importante. Viendo estos datos podemos clasificar el Pórtico de la Gloria como escultura propia de la última etapa del Románico, entre 1168 y 1188, ya observándose rasgos de transición al arte gótico.
Respecto al contexto histórico en que se desarrolla el Románico podemos decir que se caracteriza por ser un siglo lleno de crisis y epidemias que crean un clima de angustia que posibilitó el triunfo de la profecía del Apocalipsis, pero pasado el año mil va a dominar un sentimiento de piedad. La mayor estabilidad política, el crecimiento económico y la reforma de las instituciones religiosas, hicieron a la época favorable para la renovación artística. Las peregrinaciones juegan un papel importantísimo en la difusión del románico, llegándose a calificar como el “Arte de los peregrinos”. Las iglesias de peregrinación se caracterizaban por tener un marcado carácter funcional, son iglesias muy amplias, con un transepto igual a las naves longitudinales, nave central cubierta por bóvedas de cañón sobre arcos fajones, con tribunas, con girola para el desplazamiento de los peregrinos, y torres flanqueando la fachada. Se debe entender el Románico como un arte adoctrinador, para enseñar al pueblo analfabeto la Biblia. Además, la decoración románica tiene como objetivo asustar y hacer entender los peligros del pecado al pueblo.
La obra del Maestro Mateo influyó en una serie de obras posteriores, sobre todo en la escultura gallega, como en la portada de San Martín de Noya, y en el llamado Pórtico del Paraíso de la catedral de Orense, cuya portada reproduce la estructura compostelana.