El pórtico está formado por tres arcos, dos laterales pequeños y uno central más grande, dividido por un parteluz y único poseedor de tímpano. El arco del lateral izquierdo está decorado con una representación de Cristo con Adán y Eva, Noé, Moisés, Abraham y algunos profetas del Antiguo Testamento; mientras que el arco lateral derecho se caracteriza por la representación del Juicio Final, tema por antonomasia románico, donde aparece Cristo y el arcángel San Miguel para indicarnos que a su derecha se encuentran los elegidos y a su izquierda se sitúan los condenados al infierno.
El arco central posee un parteluz decorado con la estatua adosada del apóstol Santiago que divide la abertura en dos. El tímpano que posee presenta la figura de Cristo rodeado por el Tetramorfo a su vez acompañado de ángeles con los símbolos de la Pasión de Jesús y una representación de los elegidos para compartir el Paraíso. En las arquivoltas se pueden observar las esculturas de los 24 ancianos del Apocalipsis.
Un rasgo común en los tres arcos es la división horizontal de las columnas: la parte inferior decorada con animales fantásticos; en la zona central, columnas con las estatuas apostólicas adosadas; y la parte superior donde se sitúan los tres arcos en sí. Sin embargo, el parteluz se caracteriza por tener el árbol genealógico de Jesús en la base; encima la figura del apóstol Santiago y en su cara posterior se encuentra la efigie del Maestro Mateo, su autor.
La temática principal del Pórtico de la Gloria es la Parusía o segunda venida de Jesucristo a la tierra para juzgar a los hombres, basado en el Apocalipsis y en los libros de los profetas Isaías, Daniel, Ezequiel y Esdras.
El autor de la obra a comentar, es el Maestro Mateo, arquitecto y escultor formado en Ávila y conocedor de las técnicas constructivas francesas. Además del Pórtico de la Gloria , es autor de la cripta y del Triforio del piso superior. Fue la personalidad que marcó el final del Románico en escultura iniciando la transición al gótico.
La escultura que observamos en el pórtico se caracteriza por su riqueza en movimientos y ropajes; aunque se va olvidando un poco la función arquitectónica, las esculturas se adaptan al marco arquitectónico. Una característica importante es el “horror vacui” (todos los espacios están ocupados) e igual de importante es la jerarquización de las esculturas, donde Dios es la figura de mayores proporciones debido a que es la más importante. Viendo estos datos podemos clasificar el Pórtico de la Gloria como escultura propia de la última etapa del Románico, entre 1168 y 1188, ya observándose rasgos de transición al arte gótico.
La obra del Maestro Mateo influyó en una serie de obras posteriores, sobre todo en la escultura gallega, como en la portada de San Martín de Noya, y en el llamado Pórtico del Paraíso de la catedral de Orense, cuya portada reproduce la estructura compostelana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario